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Aunque la elaboración de embutidos está documentada con registros próximos a los 4.000 años de Antigüedad, el uso y desarrollo de las tripas para embutidos se ha ido perfeccionando durante los últimos 1.000 años.
Y no es hasta inicios del s.XX que la tripa natural empieza a dejar paso al uso de la tripa de colágeno natural; concretamente en 1925 de la mano de Walter Becker, cuando apareció la necesidad de gran cantidad de tripa por la incipiente industrialización de procesos en la industria cárnica.
Desde entonces, el uso de la tripa de colágeno y los desarrollos y mejoras que ha ido mostrando no han dejado de crecer, ofreciendo una alternativa con múltiples ventajas que ha permitido a la industria cárnica alcanzar cotas de competitividad que no hubiera podido soñar.
Maquinabilidad
La carga automática sólo es posible con tripa de colágeno
Su presentación en sticks permite, no tan sólo la mejora en eficiencia por facilidad de colocación, si no también trabajar en procesos automáticos de carga
Calidad constante y estabilidad
El control en su fabricación permite ofrecer un calibre constante y un grueso uniforme, lo que ayuda a controlar el porcionado.
Sin roturas durante el proceso de embutición
La estabilidad en calibre y calidad permiten evitar las constantes roturas que suelen ocurrir por otros medios como el uso de tripa natural.
Rendimientos
Más piezas con los mismos metros
Hoy en día es sumamente importante el control de las producciones y se pueden producir más piezas con los mismos metros.
Piezas siempre uniformes y mismos pesos
La estabilidad de calibre permite un adecuado control de la dosificación, y por lo tanto, una uniformidad de peso en cada pieza.
Aumento capacidad productiva
Al obtener más piezas por stick y a evitar las roturas, las producciones son mucho más eficientes
Seguridad Alimentaria y sostenibilidad
Sin necesidad de remojar
Olvidarse de las cubas de agua en producción es altamente recomendable, tanto por eficiencias en la preparación previa, como por cuestiones de higiene
Trazabilidad
La producción sigue un control exhaustivo marcado lote por lote, permitiendo una trazabilidad total para cualquier motivo
Menor uso de agua
Al no tener que remojar, el consumo de agua disminuye drásticamente en las producciones, por lo que mejora la sostenibilidad de la producción
Hoy en día, en una situación de aumento constante en los costes de fabricación, el uso de tripas de colágeno puede ser garantía de una reducción de los mismos.
La solución, naturalmente, es colágeno.